Stricky es un rompecabezas raro, o al menos esa es la impresión que da a quienes se atreven a enfrentarse a él. Primero porque a pesar de lo endeble que es, no es directo su desmontaje y para acabar porque tiene una solución que nos obligará a darle unas cuantas vueltas. Es un rompecabezas muy interesante que no puede faltar en la colección de los amantes de los rompecabezas.
A pesar de la gran similitud entre las piezas y la simetría que lo define, requiere de una combinación de movimientos para su resolución que pueden darnos problemas en su proceso de reconstrucción. Esta característica le otorga una dificultad de nivel 3 (no llega al nivel 4 dado que la secuencia de pasos complejos es breve).
Recomendado para niveles intermedio y avanzados o para niveles bajos con ganas de enfrentarse a un buen reto.
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